Veamos... mi querida freak-guarida aloja a un liche, un golem, a mi madre y a mi mismo (que ya se sabe que tengo semidemonios buscandome...). Por todo ello, se hacen necesarias unas medidas de seguridad. Sobretodo desde que hace años nos robaron en casa, y mi madre se emparanoio con el tema.
Vale, si, lo de cerrar siempre con llave la puerta es una buena costumbre. Hacerlo cuando queda gente dentro (aunque estén durmiendo), me parece una tocadura de huevos... vas tu todo lanzado porque no llegas a coger el bus, llegas a la puerta, bajas la manilla y... nada, que te tienes que poner a buscar las llaves por todos los bolsillo que llevas. Bueno, al menos así nunca te las olvidas. Eso sí, el día que halla un incendio, me cagaré en todo.
Pero bueno, entra en la razonable.
Sin embargo, la freakhouse tiene una serie de defensas especiales que se activan al caer el sol... todas ellas pensadas para impedir que nuestro querido amigo Antonio, el ladrón profesional, se nos cuele por la noche en casa.
Bien, la puerta principal está cerrada, y con la llave metida, así que Antonio no puede entrar por ahi. Pero como es un hombre de recursos, Antonio decide colarse en el garaje aprovechando la entrada de algun coche (que por supuesto no lo verá porque Antonio... ¡es un ninja! y lleva el pijama negro oficial de todos los ninjas). Una vez en el garaje trepará hasta el respiradero que dá al patio y, haciendo gala de sus capacidades para el contorsionismo, se colará entre los barrotes. Bien, ahora ya está en el patio.
Desde allí, y guiado por el perfume a dinero que emana de mi casa (será por aquello de que el dinero está podrido...), decidirá trapar por un canalón hasta alcanzar nuestra terraza en el primer piso. Un par de maniobras acrobaticas mas y estará sobre la terraza. No podrá entrar atraves de las ventanas de las habitaciones que dan a la terraza, porque estas, muy astutamente, tienen las persionas bajadas, y el pobre de Antonio no sabe de persianas, y no se le ocurriría nunca probar a levantarlas.
Así que nuestro amigo Antonio, el ladron profesional, se dirigé a la puerta de la terraza: una puerta con un gran cristal que ocupa casi su totalidad y una cortinilla detrás. En ese momento sacará su cortadora de punta de diamante y, sin ningun ruido, cortará el cristal de la puerta. ¡Por fin lo ha conseguido! Antonio, el ladron profesional, pone su pie en nuestra cocina y... ¡clinch, clonh clinch! ¡Tropieza con la tramapa de mi madre!
¿Que será, que será? (direis vosotros). La fantastica tramapa anti-ladrones-profesionales consiste en una banqueta en precario equilibrio sobre una silla con la tapa de una cacerola colocada al borde, para que si alguien la toca levemente, la tapa caiga y haga ruido.
Y es que.. ¿quien iba a imaginar semejante ardid? ¿Que ladron podría superar tales dificultades? Ahora Antonio, el ladron profesional, ya está perdido. Ha despertado al Liche, que probablemente haga mas ruido y depierte también al Golem... así que el pobre Antonio tendrá que volver a hacer uso de sus increibles habilidades de ninja para trepar hasta el techo del edificio y escapar por los tejados, por ejemplo.
Así que ya sabeis, si teneis miedo de loos ladrones, colocad una trampa marca freakworld, y estareis seguros de que nadie podrá superarla.
Anda que... el día que alguien tropiece por casualidad con "la trampa" (por ejemplo: yo volviendo de juerga) se va montar una buena en casa.
Siempre vuelvo
Hace 5 años
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