sábado, mayo 12, 2012

Pequeños placeres IV: Caminar de noche

¿Por qué permanecer entre aquellas rugientes paredes de metal? ¿Por qué no caminar bajo las estrellas tan sinceras, tan cercanas y frías?

Y caminar por el placer de caminar, ansiando el silencio nocturno arrebatado por infinidad de maquinas inútiles.

Y ser consciente de la suerte que me acompaña, y dejar paso a la esperanza, y recuperar la fuerza y la voluntad.