Es curioso como la vida puede girar 360 grados en tan solo un par de horas. Es curioso echar la vista atrás, cuando hace un año miraba excéptico las cartas sobre la mesa adivinando un futuro que entonces se antojaba lejano e imposible. Es curioso cuantas veces puede uno equivocarse, y cuantas rectificar, y como las sonrisas y las lágrimas parecen venir siempre de la mano, y como ni todo lo bueno no es siempre tan bueno, ni todo lo malo tan malo.
Es curioso como en lo mas profundo de mi mismo albergo una estupida creencia en el destino, una supertición incompatible con mi forma de pensar. Pero por algun motivo siempre acabo creyendo que la vida te lleva en cada momento a donde debes estar. Como una escalera en la que algunos escalones muerden tus pies, pero son imprescindibles, pues te llevan un paso mas arriba. Y por muy fragiles que parezcan, los escalones nunca se rompen del todo bajo tus pies.
Es curioso como la ruleta de la vida ha escogido toda una serie de sucesos improbables que permiten que yo esté aqui, escribiendo todo esto, y no en cualquiera de las tristes realidades que podrían haber sido.
Es curioso ver como a veces el dolor permite ver las cosas con mas claridad, y como me equivocaba cuando creía en aquello de que “todos estamos, en el fondo, siempre solos”.
Es curioso como de nuestra fragilidad de opaco cristal podemos forjar con un poco de fe una fortaleza de acero transparente.